miércoles, 16 de junio de 2021

TROPEZAR DOS VECES CON EL MISMO PEDRUSCO (2a parte)

Recordáis la primera parte de esta entrada? Pues aquí va la segunda...

Vamos a ver amigas... ¿Quién os dijo que era una buena idea retomar una relación de hace 30 años, que nunca comenzó? A quién os diga que sí, voto porque le hagáis un nudo en la lengua 😛
Generalmente es una muuuy mala idea. Sobre todo si el que te dije no sabe lo que quiere y es un inseguro de la vida (que pienso yo que 50 añitos dan para que ya lo sepa, ¿no?).

Y tú, de repente y, sin comerlo ni beberlo, te encuentras en una situación en la que nunca hubieses pensado estar y piensas... a lo mejor han tenido que passar 30 años para que esto cuajase😍. Un manojo de tortas, eso es lo único que va a cuajar, te lo digo yo😈.

Ahora resulta que tú, no solo le gustabas sino que te encontraba la chica MAS GUAPA de todo el cole. ¡Toma ya! Y, después de varias conversaciones por whatsapp se da de tortas por no habértelo dicho antes, porque no sólo le gustas como cuando erais adolescentes sino que LE ENCANTAS todavía más y cree que eres la mujer de su vida y que  todo le hubiese ido mejor si hubiese estado contigo. ¡Toma ya muchas veces más!💏

Ahora es cuando tú, que ya has vivido lo tuyo y ya no te encandila un culo, así como así, le tendrías que decir: ¡Qué mala suerte chico! Si esto me lo hubieses dicho ayer...😔

Pero qué haces de verdad? Pues todo lo contrario chica... te revolotean dos o tres mariposas por el estómago (que ya te podían haber dado ganas de vomitar, la verdad) y la cagas. Si guapa, la cagas hasta el corbejón.

A partir de aquí os enviáis whatsapps, alguna llamadita, te dice lo sexy que es tu voz, que estas igual de guapa que cuando tenías 16 años (un cumplido falso y usado pero que todavía les funciona) y caes y sigues cayendo hasta que unas semanas después te das la gran hostia (y, encima, sin bendecir).

Necesita verte y lo necesita ya. No puede esperar. Y tú, que eres cándida como algodón de azúcar, aceptas la cita y piensas... bueno, una copa, puede que una cena, cuatro batallitas y para casa. Pero no cuentas con el beso que te planta en la boca cuando acabáis de cenar, que hace que te de vueltas la cabeza (no porque sea un experto besador, para nada, sino porque llevas esperando ese beso desde los 16). Aaggg!!!!

Claro que tampoco cuentas con que prefiere irse para casa (porque no es nocturno sino diurno 😲¡hay que joderse!) en lugar de quedarse contigo un rato o acompañarte a casa. Que piensas... bueno, hace tiempo que no ligaba pero... ¿tanto han cambiado las cosas? Puede que sí y tú te has quedado en la época medieval.

La cuestión es que, de repente, no dejas de pensar en él: ¿guapo? Bueno, más bien no... pero tiene su aquél. ¿Divertido? Bueno, más bien no... pero según se mire. ¿Seguro de sí mismo? ¡Auch! Va a ser que no pero chica... Vamos a ver nena... ¿Qué tiene este tío para encandilarte, si es que puede saberse? Pues no sé... en realidad nada pero eso, tú, todavía no lo sabes😂

CONTINUARÀ...

sábado, 5 de junio de 2021

TROPEZAR DOS VECES CON EL MISMO PEDRUSCO (1a parte)

Imaginaos la situación bajo una perspectiva femenina: chico, chica, colegio, adolescencia... Salvo excepciones, por lo general, nada bueno saldrá de ahí. 

A los 13 años, tú estás colada por él y él está en la inopia (NORMAL)

A los 15 tú sigues colada por él 💘(las mujeres somos demasiado fieles a nuestros sentimientos) pero él comienza a salir con otra más guapa, más lanzada y más alta que tu y a ti parece que se te haya muerto un pariente pero, por aquello de que la vida sigue, acabas medio saliendo con otro chico. No es lo mismo pero, a falta de pan...

A los 16 sigues idiotizada por sus ojos, su pelo, su culo... (si, entonces, con 16 años también nos iban los culos y, sobre todo, lo masoquista. Todas sabemos que, cuanto más te ignora un chico, a ti más te gusta) pero por desgracia, para él eres transparente. Ha dejado de salir con la chica alta, guapa y lanzada pero sigue sin hacerte ni puto caso. 

Haces de todo para que te note (te vistes diferente, te cortas el pelo, te maquillas,...), pero, aparte de una bronca de tu madre en plan "vuelve a dejar la puerta como estaba", ni por esas. Entonces se te ocurre la brillantísima idea (no te culpes, en el momento en el que se te ocurrió pensaste que era brillante) de escribirle una declaración de amor por escrito 📜(a ver si así se entera). Pero, ¡qué es lo peor que puede hacer una chica de 16 años que le escribe una carta de amor a un chico de 16 años? ¡DARSELA! 

Porque pueden pasar tres cosas:  
1. Que se lo pase teta explicándole a sus amigotes lo colada que estás por él y que los amigotes se cachondeen de tí hasta el infinito y más allá.
2. Que se dé cuenta de que tú también le gustas y haga algo para demostrártelo.
3. Que se dé cuenta de que tú también le gustas pero prefiera pasárselo teta explicándole a sus amigotes lo colada que estás por él y que los amigotes se cachondeen de tí hasta el infinito y más allá.  

Por regla general, y por desgracia para ti, la respuesta correcta es la tercera. ¡Son así de maduros! Y si encima, tu amor platónico te escribe una respuesta diciendo que le gustas pero que se ha enterado que también te gusta otro y no se quiere entrometer (cuando el cabrito sabe que no es cierto) ya rizas el rizo. 

En este punto tienes que agradecer el tener buenos 👦👧que te convencen de que el capullo se está 😂😂 de ti y que ni se te ocurra darle más explicaciones (porque tú ya estabas dispuesta a escribirle una respuesta a la respuesta, jurándole que, en tu corazón y tus pensamientos solo existe él). ¡¡Serás gilipichi!!! 

Pero claro, para ti eso no es suficiente para enviarlo por donde amargan los pepinos. ¡Qué va! Tú sigues de masoca por la vida, sufriendo cada vez que él está cerca de una chica que no eres tú y haciendo ver que las pullas de él y sus amigos por la dichosa cartita no te afectan en lo más mínimo, aunque por dentro te mueras de pena. 

Por supuesto, el final de esta historia es una chica con el corazón roto💔, un chico con dos corazones 💕(el suyo y el tuyo), muchas  😭😭 y 30 años de distancia. 


CONTINUARÀ...

miércoles, 11 de septiembre de 2019

SER ROMANTICA ES UN COÑAZO

Y, por whatsapp todavía más. 

Si, porque estás toooodo el dia buscando segundas intenciones (intenciones románticas, por supuesto) en cualquier cosa que te escribe el tío que te gusta. Y eso, chicas, es muy cansado. 

Que por la noche te envia un whatssap diciéndote "que descanses nena😘". Tu ya estás pensando: eso es que le gusto si no ni me llamaría nena ni me enviaría un beso, ¿no? Y ya sabemos todas como son los tíos. Lo que quiere decir es que descanses y punto. Lo del nena seguramente se lo dice hasta a su madre y lo del besito es un adios, hasta mañana. Pues no, tu tienes que rebuscar una intención romántica al puto mensaje. 

Esto es como cuando le escribes algo que da pie a que él te conteste en esa misma línea y se hace el silencio (aunque lo haya leído 😡). Entonces tu le escribes algo que no tiene nada que ver y él te contesta a lo segundo. ¿Qué es en lo que piensas primero? Que a lo mejor no lo ha entendido. ¿Se puede ser más pánfila? A ver... no es que no haya entendido el mensaje, es que no ha querido responderlo. ¿Por qué? Pues porque no quiere, no le des más vueltas. Lo más seguro es que no lo haga para no quedar mal: "Esta noche he soñado contigo" (silencio). ¿A qué hora sales del trabajo? A las 18". A ver, alma de cántaro... ¿qué puede no haber entendido de "he soñado contigo", el soñado o el contigo? Si hubiese estado por la labor te hubiese preguntado "¿ah si? Y qué has soñado?" y, seguramente, te hubiese puesto el emoji del guiño, dando a entender algo picante. Pero... ¿ha sido así? Pues no. ¿Consideras que es un tío corto de entendederas? Seguramente no. O sea que blanco y en botella. 

Luego está cuando ves continuamente que eres tú la que siempre da el paso de contactar primero. ¿Qué piensas entonces? Que no se ha levantado todavía, o que tiene mucho trabajo, o que se lo ha tragado un tornado... No guapa, no. A ver... Si ves que el chivato del whatsapp te dice que el último mensaje que ha escrito es a las 10 de la mañana y son las 12 y todavía no te ha dado ni los buenos días, creo que tienes que empezar a pensar en serio que pasa bastante. Lo mismo pasa si está trabajando y ves que lo último que ha escrito no ha sido para tí aunque tú le habías enviado un mensaje en plan "espero que no te canses mucho" o  "espero que no tengas mucho trabajo" o incluso "espero que te den por donde amargan los pepinos". 

Y tú, romanticona como eres, en lugar de decidir pasar del tema y "que le den", ¿qué haces cuando te das cuenta de todo esto? Sufrir: porque no le gustas, porque no siente lo mismo que tú, porque al principio parecía que sí pero ahora parece que no, etc. 

Yo tengo una amiga que cuando le pasa eso (a la cabrona le suele pasar poco pero a veces le pasa), les envía este tipo de whatssap: "¿Sabes qué? He pensado que para que yo te persiga a tí, mejor me persigues tú a mí. Y cuando lo hagas decidiré si dejo que me persigas o no". Y se queda tan ancha. Nada de lágrimas por lo que pudo ser y no fue, ni pasarlo mal porque no le importa al tío en cuestión. ¿No quieres estar conmigo? ¿No sabes si quieres estar conmigo? ¿No te gusto? ¿No sabes si te gusto? Pues nada, a parir panteras chico. Cuando te aclares ni te molestes en decírmelo. ¡Me encanta! ¡¡Yo, cuando sea mayor quiero ser como ella✌✌✌!! Aunque creo que tendré que conformarme con ser como soy porque yo también soy romántica y también pienso que es un coñazo. 

jueves, 1 de agosto de 2019

WHATSSAPS Y EMOTICONOS

No sé si vosotros, en algún momento, habéis querido enviar a la mierda la aplicación de whatssApp de vuestros móviles. Yo sí, varias veces a la semana. 

Me podéis llamar arcaica, me da igual pero a veces echo de menos una llamada de las de antes, que te tirabas una hora oyendo la voz de la amiga o amigo de turno. 

Dejando de lado que sea el medio más rápido de comunicación y que haya hecho que algunos  chavales saquen un 2 o un 3 en los exámenes de ortografía, también és el más impersonal (al menos para mí) porque a veces tengo la sensación de que, el que está al otro lado, o no te ha entendido, o se ha enfadado o símplemente pasa. 

Luego está el jueguecito de los emojis, emoticonos o como se llamen porque cuando escribes HAY QUE EMOTICONAR  porque como el partener del otro lado no te ve el jeto, le tienes que hacer entender qué significa lo que le has escrito. Algunos ejemplos que yo he recibido: 

* Espero que te vaya bien: frase peligrosa porque según de lo que estéis hablando, si la recibes tal cual  parece un "que te den por donde amargan los pepinos". Si queremos que el otro no piense que le estamos dando /o nos estan dando una patada en el culo hay que poner, como mínimo, un emoticono y, si son dos mejor:  😍😘

* Que tengas un buen dia: Si resulta que estabas hablando tan ricamente con un señor y de repente te lo suelta, es que te acaba de despedir así, a traición y sin anestesia. Si al final de la frase pone un  😘 querrá decir que al día siguiente puede que contacte otra vez contigo pero si el caballero no te pone nada y la deja así, lisita y desnuda cual culito de bebé, ya puedes freírte los sesos porque no vas a saber lo que puñetas ha pasado y, por supuesto, no tendrás ni idea de si volverá a contactar contigo. 

* Estoy demasiado liado y no puedo hablar contigo: parece clara, ¿no? Pues no lo es porque si el día anterior el señor de antes y tu os habéis pasado todo el santo día enviándoos frasecitas con diversos emoticonos (😍😘😈😉💋💕) y, al día siguiente os dice esa frase sin ningún emoji que te dé una pista y luego no se pone en contacto contigo en varios días, una de dos, o la has cagado y no lo sabes o el señor en cuestión es bipolar (y tampoco lo sabías) o sencillamente pasa de ti un huevo. 

* Ok: esta me encanta porque es UNIVERSAL. Ok puede significar, desde un estoy de acuerdo a un, no me toques lo que no suena. Todo depende de a lo que conteste esta palabra. A mi me han contestado con un OK a: trae el pan, ¿quieres pizza para cenar?, ¿crees que algún día podremos hablar de lo nuestro?, espero que todo vaya bien, muchas felicidades (una vez que se graban el ok en la mente, las gracias desaparecen del vocabulario), le he dicho a tu hijo que prepare la cena pero no sé si me hará caso, y la más estupenda de todas: ¿qué te ha dicho el veterinario que le pasa a la perra? Ok (??????)

Pero, por supuesto, lo mejor que tiene el whatssApp es esto: escribes algo, lo leen pero no responden. ¡Mecagontoloquesemenea!  Esperas un tiempo prudencial y escribes otro preguntando. Lo leen pero no contestan. ¡Lamadrequeloparió!  Y esto lo haces un par o tres de veces más (mientras te va dando la sensación que eres una acosadora) hasta que te das cuenta que te han despachado con viento fresco. Así, tal cual. Entre mujeres esto no pasa porque la mayoría somos muy "emoticoneras" pero los hombres... ¡ni te cuento! Personalmente creo que es la forma en la que algunos señores pasan de nosotras sin decirnos que pasan de nosotras. Supongo que por aquello de que son unos caballeros y no nos quieren hacer daño😤 Seguro que piensan que es mejor que se nos frían los sesos de intentar averiguar què coño ha pasado para que actúen así. 

Por todo eso y por varias cosas más, hay que emoticonar, señores. Es gratis y os hacéis entender mejor 😘


lunes, 29 de julio de 2019

LES ADOLESCENTS D'ABANS

Recordeu quan érem adolescents nosaltres? (Em refereixo a les dones) Allò era un caos! Un dia  estaves saltant a la comba amb les teves amigues, tant tranquila i, al dia següent, sense venir a cuento, et venia la regla i la teva ment i el teu cos feien un reset automàtic. 

Primer (a no ser que fossis molt tímida) escampaves amb les teves millors amigues el consabido "ya me ha venido", a la cual cosa sempre hi ha una que et pregunta que qué és el que t'ha arribat. ¡El rubio de Los Pecos, no te fastidia! ¡La regla, tía, la regla! (Això és el que li vaig dir a una de les meves amigues quan vaig ser jo la escampadora oficial de la noticia de la setmana (perquè a la següent "la escampadora" n'era una altra. Allò era como el joc de les fitxes de dominó, que quan cau la primera ja no ho pots parar). I per què ho escampes només a les teves millors amigues? Què, què? No, no és perquè aquesta conversa és íntima i quedarà entre vosaltres. De eso nada. Ho fas perquè estàs segura que las muy bocas no trigaran a escampar-ho per tota l'escola perquè això que t'ha passat és una cosa suuuuper important (quan tens 20 anys ja no penses el mateix) 😊.

De cop i volta, tot el teu cos creix (sobretot la part de dalt) i passes de tenir dos mandarines a tenir dos taronges. Passes de recollir-te el cabell de qualsevol manera a anar amb el cabell solt "movido por el viento". I, per suposat, mires per sobre l'ombro a les teves amigues que, como que "no les ha venido", no entenen perquè, d'un dia per l'altre, t'has tornat tonta del cul. 

Llavors ve el canvi de la teva ment i resulta que el nen que sempre t'ha resultat un bitxo fastigós  perquè et pegava unes puntades de peu que et deixaven marca durant una setmana i que et desfeia la cua a tirons, ara és el noi més guapo de la classe. Què dic de la classe... de tot el cole! I et passeges per davant d'ell amb les teves amigues, como quién pasaba por allí. I ell, davant la teva insistent mirada, aixeca els ulls i et diu la teva primera frase romántica: ¡¡Anda, si te han crecido las tetas!!

A mi no em va passar això però se li va semblar bastant. Sobretot perquè, en qüestió d'uns mesos, a mi no em van créixer com dos taronges, sinó com dos taronges "cada una de ellas". Si, guapes, és el que té la genètica.

I, quina conya amb et temita tu! Fins que no s'acostumen, pels nens (i no tant nens, que els dels cursos superiors també entren en el sac) passes de ser un aneguet, no lleig pero si normalet, a ser "la de las tetas grandes". Coneixen el teu nom? No. Pero saben la talla de sujetador que usas.

Jo ho vaig passar bastant malament perquè "a mi me vino" bastant joveneta i, es clar, vaig passar d'una 85 a una 95 en qüestió de 6 mesos.  Al final, la que acabava patint era jo perquè sempre anava amb els braços creuats i doblegada (por aquello de que se notasen menos) i, quan la meva mare (que també havia heretat la genètica de la seva mare) em veia, em fotia unes collejas que em deixava les orelles brunzint. "¿Qué prefieres te miren, las tetas o la joroba?". 

Total, que després que s'acostumin, ells i tu, a lo que la naturaleza te ha regalado, comences a fixar-te en lo guapo que és aquell i els ulls tant macos que té l'altre i comences a cantar cançons chorras amb les amigues "a las que también les ha venido". A més no t'agraden els de la teva edat "perquè son uns nens". Tu aspires a més, a algú que estigui, com a mínim un curs per sobre teu. Jo no... jo em vaig anar a fixar en un del meu curs, fins i tot de la meva classe. En fin... 

¡Vamos a ver, alma cándida! A quién se le ocurre escribirle una carta de amor a un crio de 14 años? Aquí es quan et dones compte que, la ment d'una noia de 14 anys no és la ment d'un noi de la mateixa edat. ¡Anda que no hubo cachondeo con la carta de los ...!  Va anar de boca en boca (y tiro porque me toca) durant setmanes. Només us dic que em vaig posar malalta (de veritat) i no vaig poder anar a escola en varios dies. Ho vaig passar tant malament que encara ara, després de què hagin passat tants anys, me'n recordo. Quin mal tràngol! Ara ho mires com a cosa de nens però en aquell moment, amb 15 anyets, hagués volgut que la terra se'm tragués. 

Nosaltres, com dones, iguals que ells, com homes, tenim les hormones revolucionades (de ahí la dichosa carteta) però la dona comença quan li ve la regla (entre els 12 i els 14 anys) i els homes... depen. Normalment entre els 15 i 17 anys. O sigui que, pel que sembla, la dona sempre li portarà a l'home un parell d'anys de diferència en qüestió de maduresa. Perdón chicos, pero parece que esto es así y se ha demostrado sobradamente por los siglos de los siglos. 😘

En fi... que em va venir la regla massa d'hora, em van créixer les tetas una talla més del que seria normal i em vaig enamorar massa d'hora. O sigui, que ho tenia tot de cara per a què em sortís tot de cul. Y, adivináis qué? Doncs que em va sortir tot de cul.

domingo, 28 de julio de 2019

SI NO ME QUIEREN, QUE SE VAYAN

Con permiso de Jorge Bucay, terapeuta gestáltico y escritor argentino, voy a escoger algunas de las frases que me han hecho plantearme  mi YO interior como algo más que un pensamiento abstracto y las voy a ir hilando con mis propios sentimientos sobre el rebuscado tema del amor y la autodependencia.

Llevo varios años siguiendo la trayectoria divulgativa y escrita de este escritor/terapeuta y, aunque todavía tengo mucho que aprender sobre mí (creo que uno nunca deja de aprender de uno), puedo decir que ha cambiado la forma de entenderme a mí misma y también la percepción de como entiendo mi relación con las personas que me rodean (familia, trabajo, amigos,...). 

Por ejemplo, durante casi toda mi vida me guié por lo que los demás consideraban que yo debía hacer, decir, etc. Y lo hacía, primero porque era lo que se esperaba de mí, segundo por miedo. Un miedo tenaz y casi indestructible a que si no lo hacía así los demás dejarían de quererme. 

Ese sentimiento es atroz en sí mismo. Te va carcomiendo por dentro porque, aunque tú quieres hacer y decir otras cosas, no te atreves a llevar la contraria y mucho menos a tener cualquier tipo de enfrentamiento. Eso hace que te sientas poca cosa y encerrada en una especie de jaula. Una jaula que no se ve pero que existe en tu interior y tú lo sabes. Y cada vez se hace más pequeña, y más pequeña, hasta que llega un momento en el que apenas cabes dentro. Y tienes la necesidad de salir pero el miedo al qué diran y a que ya no te quieran es mas fuerte que esa necesidad. 

Tomo prestadas unas palabras de Jorge Bucay, que le escuché decir hace mucho tiempo sobre la autodependencia y que, desde entonces, me las he repetido como si fuesen un mantra: "a mí me gustaría que la gente a la que yo quiero también me quiera, pero si esa gente no me quiere, entonces me gustaría que me lo dijeran y se fueran, porque no me interesa estar con gente que no me quiere. Es doloroso de aceptar que se quieran ir pero más lo sería que se quedasen conmigo engañándome. La autodependencia es dejar la puerta abierta para tener la certeza de que estás a mi lado porque quieres estarlo pero, sobretodo, para tener la certeza de que estoy a tu lado porque yo quiero estarlo". 

Después de escuchar esta frase y otras muchas de este estilo, he llegado a la conclusión de que lo principal que podemos hacer es vivir una vida auténtica, en la que aceptemos que puede llegar el momento en el que alguien que nos amaba ya no nos ame o que nosotros hemos dejado de amar a quien un dia amamos. Y, entonces, lo único que nos queda por hacer es cerrar el círculo y dejarlo atrás. Es penoso, cierto, porque a veces la nostalgia puede llegar a ahogarnos pero no puedes hacer nada. Has de pasar el duelo, cerrar el círculo y dejar esa carga atrás. 

La gran mayoría de las personas tenemos una idea fantasiosa del amor. Lo entendemos como la idea de creer que la otra persona tiene que sentir por nosotros lo mismo que nosotros sentimos por ellos, y que si nos quiere de verdad debería pensar en nosotros tanto como nosotros en ellos. Yo siempre pensé así pero la realidad, con el paso del tiempo, y a medida que una va acumulando años, me ha demostrado que esa idea que nos vendieron desde pequeños, que el amor romántico perfecto es estar encima el uno del otro constantemente y respirar por él y  que él respire por tí, primero, que no siempre se cumple y, segundo, que no es nada sano.

Jorge Bucay define el amor como "la necesidad de luchar por un espacio de libertad para el otro, de tal magnitud que la otra persona puede hacer en ese espacio lo que más le guste, aunque eso no sea lo que a nosotros más nos convenga". 

La primera vez que leí esta frase me horroricé porque pensé: vale, y si esa persona quiere ocupar ese espacio en ponerte los cuernos, qué pasa? Aún hoy sigo trabajando en ese concepto porque, romántica como soy, todavía me cuesta aceptar del todo que el amor entre una pareja no tiene por qué ser exclusivo y que, aunque nadie es propiedad de nadie, todavía creo que si estás enamorado o enamorada, por mucho espacio que le des a tu pareja, no puedes concebir que lo pueda usar para pasarlo con otra persona en plan romántico. Pero lo dicho... de momento todavía me cuesta. Quizá en un futuro próximo me cueste menos.

jueves, 25 de julio de 2019

¡ME PARECE QUE ES TU PADRE!

Aquí estoy de nuevo. Esta vez en castellano porque esta entrada queda mejor así. 

Os voy a contar una de las tantas caóticas historias que han pasado a lo largo de mi vida. 

Dando por hecho que todas, a cualquier edad, hemos tenido un novio con el que hemos hecho "manitas" y que, en una u otra medida, a todas nos ha pasado algo "pelín vergonzoso"... ¿Os acordáis de ese novio que tuve que me maltrató? Vale. Pues ese sujeto, antes de convertirse en la Bestia (yo, por supuesto, era la Bella). Era un encanto de tío y nos queríamos muchísimo. 

Dejando los preámbulos aparte. Veamos... yo tenía 18 años y él 21. Total que, para "darte el lote" (que se decía antes), o tenías un coche o te ibas a un pub oscuro "a tomar algo", o un amigo te dejaba su casa (y aquí ya rematabas la faena). Nosotros teníamos dos cosas: un coche... y las llaves de casa de su hermana (que vivía fuera de la ciudad) y que él le había robado a su padre un día y había hecho una copia (de estrangis). 

Total, que en una de las veces que fuimos a la montaña con el coche a hacer nuestras cositas (que de todo os queréis enterar), mientras estábamos a ello, de no se donde, salió un sin techo que me dio un susto de muerte porque, de repente me lo encontré con la cara pegada a mi ventanilla y haciendo visera con las manos el tío guarro. 

Ya podréis imaginar que con el grito que dí se enteraron hasta en Andorra, por lo que se acabaron los arrumacos en seco. 

A partir de ahí, la nena no quería ni coche, ni montaña, ni hostias en vinagre y lógicamente, ese novio mío iba todo el día calentito no, más bien hirviendo. 

Total que un día me dice que se acabó, que ya no puede más y que esa tarde vamos a usar las llaves de casa de su hermana, me ponga como me ponga (porque yo no quería ir ya que habíamos ido un día y habíamos roto una de las patas de la cama de matrimonio y, desde entonces yo decía que su padre nos miraba raro). 

Bueno... pues esa tarde de domingo, nos vamos al cine sabiendo que después iríamos a casa de su hermana. ¿Pues a qué no sabéis qué se le olvidó al lerdo de mi novio? Exacto: las llaves de la casa, con lo que tuvimos que ir a su casa, con una excusa de lo más gilipichi ya que no nos esperaban para nada, porque  también cenábamos fuera. 

Yo creo que su padre ahí se olió algo raro porque el hombre era una especie de lechuza, más raro que un perro verde y a mi no me quería ni con pinturita de oro. La cuestión es que mi novio coge la llave y nos vamos casi que corriendo porque su padre era un penco pero su madre era un amor y no fuera que nos obligase a quedarnos a merendar, encima.

Total, que nos vamos a casa de su hermana (tengo que decir que todos los hermanos vivían a metros de casa de los padres. Uno calle arriba, otro calle abajo, otro en la calle de atrás...). Nosotros íbamos a la calle de atrás y para que nadie sospechase, habíamos dejado el coche !3 calles más abajo y era cuesta! Entramos y, sin encender luces nos metemos en una de las habitaciones pequeñas que tenía una cama plegable (recordad que la cama de matrimonio estaba rota pero solo lo sabíamos nosotros). 

Bueno, pues en nuestras cositas estábamos cuando, de repente oigo algo fuera del piso y se lo digo a él. Él, emocionado que estaba, no hubiese oído ni las campanas de la catedral però yo volví a oir el ruido y me levanté de la cama. Me puse el dedo índice en los labios para que no dijese nada y entonces él lo oyó también. Alguien estaba entrando en el piso (y tenía  llaves). 

Yo le hago una señal para decirle que era su padre y él me dice que no y, entonces yo le hago un corte de mangas y le susurro que si. 

¡Y, por supuesto yo tenía razón! ¡¡¡¡¡ERA SU PADRE!!!!!

Y ahí nos tenéis a los tres: el padre, el hijo y se supone que el espíritu santo debía ser yo, que estaba aterrada y me temblaba hasta la caspa que no tenía.

Y encima habíamos dejado la puerta de la habitación entreabierta, por lo que escondidos detrás de la puerta y aterrados, íbamos viendo y oyendo a su padre entrar y salir de cada una de las habitaciones (tampoco es que hubiese muchas), echar un vistazo y cerrar la puerta. Cuando llega a la habitación de matrimonio, se sienta en la cama y... ¿a qué no sabéis qué pasó? Pues sí. La cama se acabó de romper y el hombre se cayó de bruces. Lo teníais que haber oído jurar. Parecía un leñador. 

Yo no sé si se olió algo o es que con el susto que se llevó se le quitaron las ganas de echar más vistazos. La cuestión es que tanto mi novio como yo nos quedamos tiesos detrás de la puerta hasta casi 15 minutos después de que se hubiese ido (por si acaso se le había olvidado algo y volvía a buscarlo). 

Cuando pudimos respirar tranquilos, el capullo de mi novio quería que siguiésemos donde lo habíamos dejado, bajo el pretexto de que ya no iba a volver. ¡Y una mierda pinchada en un palo, me iba a quedar yo allí! 

Jamás lo había pasado tan mal como aquella tarde. Los dos rezábamos a todo lo que podíamos: a santos, a dioses del Olimpo, a las flores... a cualquier cosa que hiciese que saliésemos de allí sin verle la cara a su padre. 

A partir de esa tarde, ni coche ni casa de su hermana ni leches. Si quería algo, que se lo currase de forma menos estresante.